El gigante inmobiliario chino Evergrande se declara en bancarrota en Estados Unidos
El segundo desarrollador inmobiliario más grande de China, Evergrande, se declaró hoy en bancarrota en los tribunales de Nueva York, Estados Unidos, una medida que protege a la empresa de los acreedores en ese país, mientras avanza con acuerdos de reestructuración de sus pasivos en otros lugares del mundo, según consignó la agencia de noticias Bloomberg.
El constructor chino presentó una petición del capítulo 15 en Nueva York, que hace referencia a los procedimientos de reestructuración que se están llevando a cabo en Hong Kong y las Islas Caimán.
Si bien el procedimiento no es indicativo de una quiebra definitiva, la noticia generó pánico en el mercado financiero y el desplome del precio de criptomonedas como Bitcoin y otros activos que cotizan las 24 horas, que sufrieron su mayor caída diaria en 9 meses.
Resta ver cómo tomarán la noticia el precio de acciones de empresas que cotizan en Wall Street y en mercados de Europa, lo que se conocerá recién hoy
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Evergrande Group posee más de 1.300 proyectos urbanísticos en más de 280 ciudades de China, un sinfín de inversiones en otros sectores de la economía y una deuda estimada en US$ 300.000 millones, cuyo potencial default pondría en jaque al sistema financiero internacional.
La empresa ha estado trabajando durante meses para concluir un plan de reestructuración de deuda en el extranjero, aunque en abril había revelado que aún no tenía el nivel de apoyo de los acreedores necesario para implementar el plan.
En julio, recibió aprobación de la corte para celebrar votos sobre el acuerdo y hay reuniones programadas para finales de este mes.
La crisis de Evergrande comenzó a notarse en diciembre de 2021, cuando incumplió con el pago de un bono de deuda en dólares, tras meses de incertidumbre sobre sus finanzas, aunque luego llegó a un acuerdo de reestructuración parcial.
Sin embargo, los problemas de la compañía ayudaron a desencadenar la ola inicial de preocupaciones sobre el sector inmobiliario de China que siguió creciendo.
El vínculo que une al desarrollador inmobiliario chino con múltiples bancos de ese país, proveedores e inversionistas que compraron títulos que cotizan en bolsa podría generar una onda expansiva que afecte a todo el sistema de crédito internacional, en caso de que no pudiera cumplir con sus obligaciones.