Vizzotti: se analiza «diferir» aplicación de segunda dosis de Sputnik V para vacunar más gente
La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, afirmó hoy que “la decisión sanitaria más importante que (desde el gobierno nacional) nos tenemos que plantear es si queremos tener 10 millones de personas vacunadas a marzo con dos dosis o si preferimos tener 20 millones de personas con una sola” aplicación.
Para la funcionaria, y en línea con debates en materia de inmunización poblacional que se están dando en otros países del mundo, “en este contexto de pandemia es muy lógico pensar que se pueda vacunar a más gente con la primera dosis y diferir la segunda para cuando ya esté controlado el brote”.
En una entrevista con el diario Página/12, Vizzotti explicó que el gobierno nacional tiene “una mirada realmente amplia porque ésta es una situación absolutamente inédita y las decisiones se tendrán que tomar en tiempo real y a medida que vayan surgiendo informaciones de otros países”, al ser consultada si están avaluando dar una dosis a más gente en vez de dos a menos personas.
Agregó que “los intervalos de interdosis de las vacunas son como mínimo de 21 días, pero si pasa más tiempo entre una y otra aplicación no es un problema relevante”.
Algunos especialistas consultados días pasados por Télam habían mostrado coincidencias con esa apreciación de Vizzotti, al señalar que “en todas las vacunas lo central es respetar el mínimo del intervalo entre dosis” para no perder eficacia y que “la mayoría de las que conforman el calendario nacional no tienen un tiempo límite para aplicar el refuerzo”.
“Con los intervalos entre dosis de vacunas siempre es importante respetar el mínimo, que en en el caso de la Sputnik V es de 21 días, porque si se da la segunda dosis antes puede haber interferencia con la respuesta inmune y no ser tan eficaz como uno quisiera”, había indicado en aquel sentido la médica infectóloga Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE).
Conforme a Cahn, “en referencia a los máximos, en el común de las vacunas no hay un límite, uno puede darlas mucho tiempo después y ser igual efectiva”.
Con todo, Vizzotti aclaró hoy que “en el caso puntual de la Sputnik V se trata de dos componentes distintos y la segunda tanda de 300 mil que llegarán al país la próxima semana serán aplicados a los que se dieron la primera dosis”.
Consultada sobre si existe una estimación acerca de con qué porcentaje de la población vacunada se puede volver a la “vieja normalidad”, Vizzotti respondió: “No se puede saber con qué cantidad de población vacunada se reduciría la circulación del virus. Eso dependerá de las características de las vacunas”.
“Si tenemos una vacuna que previene la infección y la trasmisión y su efecto dura un tiempo lógico, será mucho más probable que podamos interrumpir la trasmisión que si, en cambio, tenemos una vacuna que tenga más impacto en disminuir la mortalidad, pero no la infección y transmisión”, completó.
En diálogo con Télam, Cahn había indicado que, “ante la situación de emergencia que estamos transitando, apostar a llegar a la mayor cantidad de personas posibles con una dosis es una estrategia que varios países se están planteando”.
Uno de ellos es el Reino Unido, uno de los países más afectados por la pandemia en Europa, que cambió sus planes de vacunación para que la segunda dosis (tanto de Pfizer/BioNTech como de Oxford/Astrazeneca) sea administrada hasta 12 semanas después de la primera, en lugar de los 28 y 21 días prescritos.
Sobre la decisión del Reino Unido, el médico infectólogo Tomás Orduna había señalado a Télam que “la estrategia de llegar a la mayor cantidad de personas posibles con una dosis, en un contexto donde la producción mundial tiene un límite para obtener dos dosis para cada habitante, tiene que ver con que entre el 70 y 80% de las personas vacunadas con una dosis tiene a partir de los 15 días respuestas con formación de anticuerpos”.
Bélgica y Alemania, en tanto, pidieron a sus expertos evaluar una aplicación de la segunda dosis hasta un máximo de 42 días, el límite fijado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), mientras que Dinamarca anunció este lunes que dejaría pasar dicho plazo entre ambas inyecciones.
“El objetivo es llegar a más población con esas dosis y es una decisión que tiene que ver con que con una dosis uno alcanza una eficacia protectora importante y para lo que sirve la segunda dosis es para hacer un refuerzo a largo plazo”, había dicho Cahn, quien también se desempeña como miembro del Comité de Expertos que asesora al Ministerio de Salud.
En otro orden, Vizzotti se refirió ante Página/12 a las críticas sobre la supuesta falta de información sobre la vacuna rusa, al afirmar que “decir que la Sputnik V no tiene datos es incorrecto, porque cuando un laboratorio o un país produce una vacuna y genera los análisis de seguridad, eficacia, datos de la manufactura y de los lotes, se presenta a un Estado en forma confidencial”.
Y agregó que “las autoridades sanitarias, el Ministerio de Salud, el ente regulatorio, y la comisión nacional de inmunizaciones -con representantes de todas las jurisdicciones- definen si la información es sólida en seguridad y eficacia y recién allí se realiza la autorización de emergencia. Esto sucede con todos los medicamentos y vacunas. De ninguna manera no hay información”.
También destacó que “hasta el momento las mutaciones del virus que se han identificado y genotipificado son menores y no impactan en la eficacia de las vacunas”.