Vaca Muerta y los peligros del “Blindaje” para la Patagonia
Por Moisés Solorza
“Vaca Muerta representa la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo no convencional”, destacan los especialistas que asesoran a Mauricio Macri, actual presidente de la Nación y a Alberto Fernández, candidato a presidente en las próximas elecciones de octubre.
Las promesas de un “Mega blindaje” que se le están ofreciendo a las grandes corporaciones petroleras instaladas en Vaca Muerta, ¿cómo incidirán en el resto de las provincias productoras?, ¿Cómo pensar en una estrategia realmente federal para que toda la actividad hidrocarburífera de nuestro país no se concentre únicamente en la provincia de Neuquén disminuyendo la actividad en la Patagonia y migrando hacia una sola cuenca en detrimento del resto?
A nivel país, la Argentina cuenta con 802 billones de pies cúbicos de gas no convencional (shale gas en inglés) y 27 mil millones de barriles de petróleo no convencional “técnicamente recuperables”, según los últimos datos de la Administración de Información Energética de los Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) actualizados a septiembre de 2015. Solo China posee mayores recursos de gas (con 1.115,2 billones de pies cúbicos), mientras que los Estados Unidos (78,2 mil millones de barriles), Rusia (74,5 mil millones) y China (32,2 mil millones) lideran el ranking de petróleo.
Los recursos señalados abarcan todas las formaciones del territorio nacional, que incluyen a la cuenca de Neuquén y a otras cuencas Hidrocarburíferas ubicadas en el Golfo San Jorge y en la Zona Austral-Magallanes. De las formaciones, Vaca Muerta es la más importante, con casi 308 billones de pies cúbicos de gas (38% del total) y 16,22 mil millones de barriles de petróleo no convencional (un 60%), lo que la convierte además en una de las más importantes del mundo.
Dada la magnitud de las reservas de gas y petróleo no convencional que se encuentran en la formación neuquina, es imprescindible elaborar un plan energético realmente a largo plazo, ya que lo que denominan los grandes empresarios del sector petrolero mundial es que necesitan, “Previsibilidad” para sus inversiones y que éstas, sean custodiadas jurídicamente y “Blindadas” por decirlo de alguna manera, ante los vaivenes políticos de países como la Argentina y donde los plazos para recuperar sus inversiones son extensos, dada la complejidad de las técnicas de perforación, terminación de pozos y puestos en condiciones de venta o exportación, a diferencia de la actividad “Convencional”.
Sobre las inversiones necesarias para desarrollar la producción de gas y petróleo en el país, un trabajo de Brandt junto a Leda Gomes que publicó el Instituto de Estudios Energéticos de Oxford plantea que para el período 2016-2030 “se requerirían US$120 mil millones (u US$8 mil millones por año), de los que alrededor de US$73 mil millones serían destinados a las perforaciones no convencionales”. La agencia de información financiera internacional IHS Markit, por su parte, realizó una estimación mayor, de US$ 8 mil millones por año necesarios sólo para Vaca Muerta.
Lo que resulta contradictorio y difícil de entender es que en estos cuatro años de gobierno de la administración de Mauricio Macri, las inversiones reales en la empresa petrolera de bandera hayan sido notablemente por debajo de los promedios de los presupuestos de sus competidoras del mercado, teniendo en cuenta que en la producción consolidada de petróleo y gas, YPF provee el 44,7% del total, mientras que Pan American Energy (PAE) participa con el 19,3% y Pluspetrol con el 6,2%.
Asimismo, es importante describir este contexto para poder analizar específicamente el sector energético en las provincias que no están en la formación Vaca Muerta, y que se vieron afectados por las pésimas políticas aplicadas al sector “convencional” que en la Patagonia es muy fuerte y genera miles de puestos de trabajo.
En consecuencia de una estrategia claramente concentrada en vaca muerta, provocaron la “migración masiva” de equipos de perforación y otros equipos de torre hacia la provincia de Neuquén, dejando a las provincias australes con claras desventajas comparativas para competir y hacer rentable un negocio que necesita miles de millones de dólares para funcionar correctamente.
Es por ello, que la preocupación que me genera escuchar sobre el “Blindaje a vaca muerta” tiene claros fundamentos y estoy absolutamente convencido que la provincia de Tierra del Fuego AeIAS debería buscar “aliados estratégicos” en la región para fortalecer posiciones y estar atentos a estas conversaciones claves a la hora de plantear inversiones de corto, mediano y largo plazo.
En ese contexto, sabemos que los equipos técnicos de Alberto Fernández están elaborando distintos planes de acción para aplicar en el caso de ganar las elecciones presidenciales de octubre, y como todo indica que es un hecho, los planes de “Blindajes” se aceleraron notablemente y con ellos mi preocupación.
El Senador Nacional, Presidente de la Comisión de Energía de la Cámara, Secretario General del poderoso sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Rio Negro y Mendoza, Guillermo Pereyra, fue enfático y afirmó que presentará el proyecto de Ley, tal como lo había anticipado hace algunos días en la Oil & Gas, exposición de la industria petrolera. “El objetivo es dar previsibilidad al sector más pujante de la economía provincial para que las empresas inviertan y haya trabajo y crecimiento para los neuquinos” afirmó.
Alberto Fernández ha designado a Guillermo Nielsen para que redacte el borrador de un régimen especial para Vaca Muerta y para áreas en Santa Cruz. Nielsen, Economista, Negociador de los dos acuerdos de la Argentina con el FMI con Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, está trabajando con las mayores corporaciones petroleras en Vaca Muerta, interiorizándose de las “necesidades empresariales para continuar con la intensificación y el flujo de capitales de inversión hacia la Argentina por parte de los Estados Unidos, entre otros, específicamente en desarrollos petroleros, gasíferos y petroquímicos” para generar dólares, que tanta falta le hace a la economía Argentina.
Por otro lado, estoy en condiciones de afirmar que se realizó en Cuba una reunión muy importante entre Cristina Fernández de Kirchner y Miguel Galuccio para “tentarlo” en que retorne al ámbito estatal y específicamente el directorio de YPF para aplicar medidas estratégicas que conoce y ejecuta en su empresa, Vista Oil & Gas.
“YPF debería volver a centrarse en el petróleo y olvidarse de los monopatines” dijo Sergio Massa en los Estados Unidos, uno de los armadores políticos más influyentes de Alberto Fernández. Tras los comentarios de Massa, los papeles de YPF aumentaron hasta un 2.3% a u$s 9,63 en Nueva York.
Todo indica que los “indicios son certezas” y que la preocupación por los desarrollos gasíferos y petroleros de la Patagonia media y austral, están en un segundo plano. Es por ello que resalto la falta de una mesa patagónica productiva que ponga palabra en los entornos del nuevo presidente.
Comprendo que necesitamos visibilizar el potencial gasífero de Tierra del Fuego, que necesitamos inversiones y capitales Chinos, Rusos, Noruegos, Franceses y otras, para ejecutar en conjunto infraestructura relacionada con la petroquímica, agregado de valor al petróleo y refinarlo en naftas más la imperiosa necesidad de la construcción portuaria, imprescindible para exportar gas en barcos el GLP.
Tal como lo expresé en la nota de opinión, “Mi hoja de ruta” creo que es necesario configurar la estrategia energética fueguina para el desarrollo fueguino, a costos fueguinos, con mano de obra fueguina para el engrandecimiento de la Nación Argentina.
Les dejo aquí un fragmento:
(…)En este sentido, creo que debemos crecer en la conciencia colectiva que implica defender nuestros recursos naturales de la extranjerización. Debemos, en nuestra provincia, ser capaces de pensar en un “Polo Energético Fueguino”, en la zona norte y transformarla realmente para fomentar las inversiones Público-Privadas para resolver estas cuestiones de fondo y presentar a la sociedad soluciones estructurales a la pobreza y el desempleo que tenemos instalada en la región, de manera concreta.
Sostengo, que es posible plantear, con las producciones de petróleo fueguino, el desarrollo e instalación de plantas de refinamiento y fraccionamiento de estos combustibles con mano de obra fueguina, puertos en la zona petrolera y gasífera para recibir barcos con la capacidad de licuefacción de gas y exportación de GLP (Gas Licuado de Petróleo) y exportaciones de derivados del petroleo/gas como úrea o metanol entre otras oportunidades.
Necesitamos “seguridad jurídica” para custodiar frente a otras unidades de negocios como Vaca Muerta en la provincia de Neuquén, una Ley de Hidrocarburos para nuestra provincia, somos la segunda provincia productora de gas del país y no tenemos un marco legal propio con reglas claras y transparentes para los inversores nacionales y extranjeros, eso es inaceptable en estos tiempos.
Tenemos un enorme camino de desarrollo por delante. No podemos seguir con la lógica del corto plazo que nos propusieron hasta hoy, simplemente para el cobro de regalías de materias primas, Petróleo, gas y GLP exportadas a países limítrofes por empresas extranjeras.
Necesitamos una “Empresa Provincial de Energia y Servicios Publicos” para participar de los negocios del sector energético, trazar políticas públicas inclusivas y participar de la renta petrolera. Nada de eso sucede hoy,
Debemos pensar en una provincia a 50 o 60 años, planificada, ordenada y con la mirada puesta en el ejercicio pleno de nuestras políticas orientadas al bienestar de nuestros vecinos y vecinas.