27 julio, 2024
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Mientras los británicos avanzan con la usurpación del Atlántico Sur, Villarruel les ofrece negocios

Mientras Londres continua ampliando el coto de usurpación en torno a las Islas Malvinas, la Vicepresidenta Victoria Villarruel se reúne con funcionarios de la corona para ofrecerles negocios.


Luego de la visita de David Cameron a las islas Malvinas (quien previamente se había reunido con Milei y la canciller Mondino), el Comisionado del gobierno de ocupación de las Georgias y Sandwich de Sur, actuando “en nombre de su majestad”, estableció restricciones totales a la navegación y pesca sobre casi 170.000km2 adicionales del Mar Austral.

La decisión fue comunicada el pasado 26 de febrero y desde la Liga Naval Argentina (LNA) la calificaron de “nuevo atropello a la soberanía argentina sobre el archipiélago conformado por las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur”. Lo que acaba de hacer Londres representa un avance más en el camino iniciado en 2012 cuando unilateralmente decidieron crear una AMP (Área Marina Protegida) de más de un millón de kilómetros cuadrados en torno a las Georgias, resume el especialista naval de la LNA.

Las AMP, explica, son porciones de espacios marítimos sobre los cuales se dictan medidas especiales de restricción a las actividades de tipo extractivo como la pesca o la exploración petrolera y a cualquier otra que ponga en riesgo el ecosistema marino con el consecuente perjuicio para los recursos vivos. Existen dos tipos de restricciones. Parciales, que imponen por ejemplo un control sobre la actividad pesquera, y totales, que impiden lisa y llanamente cualquier actividad en un área determinada. “Londres acaba de avanzar en este sentido”, advierte.

El anuncio lanzado desde las islas y ratificado por el las autoridades británicas indica que la medida se adopta con el claro propósito de preservar los recursos ictícolas especialmente el Krill severamente afectado por el accionar de la llamada “pesca de arrastre”.

Con la excusa de las Áreas Marinas Protegidas, Londres se apropia para si de valiosos y cuantiosos recursos

Según el medio Infobae, voceros del Foreign Office confirmaron el anuncio de la designación de nuevas zonas de veda total de pesca dentro de la actual zona marina protegida de las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Las zonas que quedarán totalmente vedadas a la pesca comercial aumentan en 166.000 km2 hasta 449.000 km2, con lo que “se protegerá” el 36% de la zona marítima de la SGSSI (South Georgia & the South Sandwich Islands), contra el 23% anterior, precisaron.

Las mismas fuentes señalaron que, recientemente, se ha llevado a cabo la segunda revisión quinquenal del Área Marina Protegida de las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur. “Ha sido dirigida por un “experto independiente” y ha incluido talleres y consultas con científicos y representantes de las industrias pesquera y turística y grupos ecologistas -señalaron-. La revisión concluyó que la actual AMP está logrando sus objetivos, al tiempo que identificó una serie de áreas para una mayor protección. La decisión se basa en las recomendaciones derivadas del informe de esta revisión y otros informes científicos recientes pertinentes, al tiempo que tiene en cuenta los derechos y obligaciones del Reino Unido en virtud de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos”.

El “Área Marina Protegida” (AMP) de Georgias decretada unilateralmente por el Reino Unido.
En el sitio web oficial de la autoridad colonial de las islas Georgias del Sur se brinda una reseña acerca de la creación de esta verdadera “zona de exclusión”, la que por su superficie total de 1.240.000 km2 es equivalente a 5 veces la superficie emergida del Reino Unido. El portal señala que la misma se constituyó a principios de 2012.

Cuando Londres la anunció -hacia fines de 2011- tanto la Cancillería Argentina como la Cámara de Diputados hicieron oír su reclamo ya que no solo constituía un acto de provocación al ser realizado en forma unilateral, sino que además lo hacía avanzando sobre aguas que están sujetas a lo normado por la Convención para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos (CCAMLR).

En aquel momento, el Foreign Office emitió un comunicado en el que instaba a Argentina a anteponer la conservación del medio marino a sus pretensiones de soberanía, de esta manera Londres utiliza una careta ambientalista para disfrazar sus ambiciones coloniales.

¿Qué es lo que acaba de modificar el Reino Unido en la región? “Desde 2012, momento del nacimiento unilateral de la AMP Georgias, Londres se atribuyó la potestad de regular a su exclusivo criterio cualquier tipo de actividad humana sobre más de un 1.200.000.km2 de océano -explican desde la Liga Naval-. De ese total, impuso restricciones absolutas a la actividad pesquera -entre otras – en una superficie de aproximadamente 283.000 km2. Ahora, a esa área le agrega 166.000 km2 adicionales en base a criterios que no ha compartido con los países miembros de CCAMLR”.

Los especialistas consultados coinciden en señalar que la política de preservación marina impuesta por las autoridades coloniales británicas en la zona avasalla no solo los derechos de soberanía argentinos sino además las normas básicas establecidas por la convención de la que, además de Argentina y el Reino Unido, son signatarios más de 30 países con intereses pesqueros y/o reclamos de soberanía sobre el Continente Antártico.

Victoria Villarruel se reunió con la embajadora del Reino Unido ¿El retorno del paraguas de soberanía?

Mientras trascendió la noticia de la acción unilateral británica en el Atlántico Sur, la presidente del Senado, Victoria Villarruel recibió durante la tarde del martes a Kirsty Hayes, embajadora del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda Del Norte, en el salón Eva Perón.

La embajadora destacó la importancia de la relación entre ambos países. A pesar de que Hayes no ignoró las diferencias existentes sobre la cuestión de las islas, remarcó que se ha reunido con varios veteranos de ambos lados.

Tras un tibia protesta por las acciones unilaterales, la presidenta del senado volvió a poner el foco en las negociaciones comerciales, en ese sentido se abordaron las posibilidades de inversión y explotación por parte de Gran Bretaña en minerales como el litio, la embajadora británica aclaró Hayes y agregó, “Argentina tiene mucho potencial en energía renovable, tanto eólica como solar”.

Por último, Villarruel puso énfasis en la importancia de la relación entre ambos parlamentos porque “pueden facilitar la discusión bilateral y la relación política, en nuestro reclamo de soberanía”.

El caso de la empresa OneWeb

La desregulación de los servicios de internet satelital que había sido anticipada por el presidente Javier Milei a mediados de diciembre, cuando presentó el DNU vigente, abrió las puertas al ingreso de la empresa de comunicación satelital británica OneWeb.

A diferencia de las estadounidenses Starlink y Amazon; OneWeb es una compañía de comunicaciones globales fundada en Londres en 2012 bajo el nombre de WorldVu, que en marzo de 2020, tenía en órbita tan solo 74 de los 648 satélites planeados en la constelación inicial.

A fines de ese mismo mes la empresa se declaró en bancarrota ante las dificultades que tenía para reunir capital, completar la construcción y el despliegue del 90% restante de la red.

Tres meses después, el 3 de julio de 2020, un consorcio encabezado por el gobierno nacional británico y Bharti Global ganó la subasta para comprar la empresa en quiebra.

En marzo del año pasado; OneWeb se asoció con Intelsat, operador de una de las redes terrestres y satelitales integradas más grandes del mundo, y Sure South Atlantic, un proveedor internacional de servicios; para convertirse en el “único licenciatario que brinda prestaciones a los Territorios Británicos de Ultramar”. De esa manera llega de manera exclusiva a las Islas Malvinas, a Santa Elena e Isla Ascensión en el Océano Atlántico Sur, y “brindar soporte y conectividad para operaciones militares y gubernamentales”, de sus colonias.

En marzo de 2022 en plena guerra entre Rusia y Ucrania, Moscú suspendió el lanzamiento programado desde su cosmódromo de Baikonur de un grupo de satélites de la firma OneWeb exigiéndole al gobierno británico que se retire del paquete accionario de la firma y que no utilizara los satélites con fines militares ya que los mismos podrían tener un uso dual. Esta cuestión debería ser considerada por Argentina en especial conociendo el antecedente de la antena de la empresa británica Leo Labs en Tierra del Fuego la cual fue suspendida por el gobierno por su potencial de uso dual (civil-militar) tal como quedo demostrado en un informe técnico del ministerio de defensa entonces encabezado por Jorge Taiana. El informe destacaba entre otros aspectos: “pueden brindar alerta temprana y Conciencia Situacional Espacial (SSA por sus siglas en inglés) en la órbita baja en la Argentina. Esto significa que, desde nuestro propio territorio nacional, podrá monitorear la actividad satelital argentina tanto civil como militar (actividad que utiliza proyectos de satélites de órbita baja). Interceptar datos, comunicaciones y observar objetivos terrestres, marítimos o detectar aeronaves” …”La banda de operación declarada por la empresa coincide con la banda de operación de las estaciones terrenas de emisión y recepción de datos en banda S, recepción en banda X y K de los satélites argentinos”.

El Paraguas de Soberanía

El conocido como “Paragüas de soberanía” se estableció entre Argentina y el Reino Unido en la declaración conjunta del 19 de octubre de 1989 en Madrid y significó que ambas partes podían discutir asuntos sobre el Atlántico Sur sin que esto significara una renuncia al reclamo soberano. Sin embargo, en la práctica esta formula permitió que el Reino Unido de Gran Bretaña avanzara de manera unilateral en actividades de pesca y exploración de hidrocarburos, sin que Argentina pudiera evitarlo. La formula aplicada durante el gobierno de Carlos Saul Menem fue nuevamente reflotada durante el gobierno de Mauricio Macri y que se materializo con el comunicado conjunto Foradori-Duncan cuyo contenido no fue tratado en el Congreso Nacional pero que en la practica implicó importantes concesiones a los ocupantes británicos sin ningún beneficio para la Argentina.

Con información de Infobae, Agenda Malvinas y Senado de la Nación