12 octubre, 2024
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La pobreza en Argentina alcanza el 53% y afecta a 24,9 millones de personas en el primer trimestre del año

El aumento del 11,2% en los índices de pobreza e indigencia revela una crisis económica sin precedentes, con un fuerte impacto en los sectores más vulnerables del país.


La pobreza en Argentina escaló de manera alarmante en el primer trimestre del año, alcanzando al 52,9% de la población, lo que equivale a 24,9 millones de personas. Este aumento representa un incremento de 11,2 puntos porcentuales en comparación con los datos registrados al cierre del año pasado, cuando el índice de pobreza se situaba en un 41,7%. Estas cifras reflejan el impacto devastador de la crisis económica y la falta de políticas efectivas para contener el deterioro social.

Indigencia en aumento

El informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) también revela un empeoramiento significativo en la tasa de indigencia, que subió al 18,1%. Esto significa que 8,5 millones de argentinos no pueden cubrir sus necesidades alimentarias básicas, un aumento preocupante en comparación con el 12% registrado seis meses atrás. Si bien la inflación y la pérdida de poder adquisitivo explican gran parte de esta situación, la falta de un plan económico integral agrava aún más las condiciones de vida de los sectores más vulnerables.

El drama de la pobreza infantil y juvenil

Los datos son particularmente alarmantes cuando se desglosan por edad. Más del 60% de los jóvenes de entre 0 y 29 años se encuentran bajo la línea de pobreza, mientras que el 48,6% de los adultos de entre 30 y 64 años están en la misma situación. La pobreza infantil y juvenil se ha convertido en una de las mayores tragedias sociales del país, condenando a millones de niños y adolescentes a un futuro lleno de limitaciones estructurales.

Por otro lado, el 29,7% de las personas mayores de 65 años también son pobres, lo que pone en evidencia las dificultades que enfrenta esta población para sobrevivir con ingresos jubilatorios que no alcanzan para cubrir los bienes y servicios básicos.

Desigualdad geográfica

El impacto de la pobreza no ha sido homogéneo en todo el país. Las regiones más afectadas son el Noreste (NEA), con un 62,9% de la población en situación de pobreza, y el Noroeste (NOA), con un 57%. Por otro lado, las regiones menos afectadas incluyen la Patagonia (49,1%) y la Pampeana (49,9%), aunque todas las zonas del país han experimentado un aumento significativo en sus índices de pobreza e indigencia.

Un modelo económico en jaque

El modelo económico basado en ajustes fiscales, la devaluación del peso y el aumento de tarifas ha exacerbado los niveles de pobreza y ha hecho que el poder adquisitivo de las familias se desplome. La falta de empleo formal y las políticas insuficientes de contención social han sido clave para que estos índices continúen en aumento, lo que coloca a millones de personas en una situación de emergencia.

Si bien el enfoque monetario utilizado por el INDEC ofrece una fotografía precisa de la situación, los datos no capturan la profundidad del deterioro en términos multidimensionales, que incluyen acceso a la educación, salud y vivienda.