Keir Starmer defiende la colonización de las Malvinas: “Es algo personal”
El primer ministro británico reafirmó que las Islas Malvinas “seguirán siendo británicas”, dejando de lado los reclamos históricos de Argentina y el derecho internacional.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, sostuvo en el Parlamento británico que la soberanía sobre las Islas Malvinas es un asunto “personal” para él, reafirmando la postura histórica de su país sobre el archipiélago en el Atlántico Sur. “Las Malvinas son británicas y seguirán siendo británicas”, declaró durante una sesión de control en la Cámara de los Comunes, en respuesta a las preocupaciones de legisladores sobre la posible cesión de otros territorios británicos, como las islas Chagos.
Starmer, líder del Partido Laborista, hizo alusión directa a su vínculo personal con el conflicto al recordar que su tío participó en la Guerra de las Malvinas en 1982. “Casi pierde la vida cuando su barco fue torpedeado defendiendo las Falklands (Malvinas)“, señaló. “Para mí, esto es personal”, subrayó.
Reafirmación de la postura británica
La intervención del primer ministro llega en un momento en que el Reino Unido ha sido criticado por su política territorial, particularmente después de la decisión de devolver la soberanía de las Islas Chagos a Mauricio. Este acto ha generado inquietud en algunos sectores políticos británicos, temiendo que decisiones similares pudieran afectar otros territorios en disputa, como las Malvinas, reclamadas por Argentina desde hace más de un siglo.
Sin embargo, Starmer fue enfático al asegurar que las Malvinas no están sujetas a debate. “Las Islas Malvinas son y seguirán siendo británicas”, reiteró, cerrando la posibilidad de un cambio de postura respecto a la soberanía del archipiélago, a pesar de la presión internacional y los reclamos diplomáticos históricos de Argentina.
Un tema sensible para Argentina
Las declaraciones de Starmer reavivan las tensiones con Argentina, que considera a las Islas Malvinas como parte integral de su territorio, ocupado ilegítimamente por el Reino Unido desde 1833. Para el gobierno argentino, la cuestión de las Malvinas es un asunto de soberanía nacional y un reclamo inalienable en todos los foros internacionales, desde la ONU hasta la CELAC.
Las palabras del primer ministro británico, al referirse a la soberanía como “algo personal”, no solo profundizan las diferencias con Argentina, sino que también marcan la firmeza del gobierno británico ante cualquier posible negociación futura.
Impacto internacional
El respaldo de Starmer a la política territorial del Reino Unido refuerza una visión de imperialismo moderno, donde las decisiones sobre territorios en disputa no se negocian a pesar de los reclamos de soberanía de otros países. A medida que Argentina sigue manteniendo su reclamo sobre las Malvinas en todos los espacios diplomáticos, las declaraciones del primer ministro británico elevan el conflicto a un nivel más emocional y patriótico, dificultando cualquier posible diálogo.