«José de San Martín, el Padre de la Patria»
En el 170 aniversario de su muerte, la figura del militar y libertador que lideró las campañas para lograr la independencia en Argentina, Chile y Perú, José de San Martín, sigue estando viva en la sociedad latinoamericana.
Nacido en la Reducción de Yapeyú (actualmente Argentina) en 1778, cursó la mayor parte de sus estudios militares en España. Con solo seis años llegaría a Cádiz, para más tarde trasladarse a Málaga y por último, acudir a la capital, Madrid, para estudiar en el Real Seminario de Nobles, una institución educativa destinada a nobles y burgueses.
Como miembro del ejército español, en el Regimiento de Murcia, pudo participar en algunos de los acontecimientos que marcaron la historia de España, entre ellos, la lucha contra la invasión napoleónica.
En 1812, con tan solo 34 años, sus logros militares le propulsaron al grado de teniente coronel y decidió regresar a Buenos Aires, lugar donde había pasado sus primeros años de vida, donde se puso al cargo de los grupos independentistas de las Provincias Unidas del Río de la Plata (Virreinato del Río de la Plata).
LA NECESIDAD DE LA INDEPENDENCIA.
San Martín, instruido en España y tras haber pasado una época en Londres, había logrado entrar en contacto con revolucionarios de la época que ya luchaban para lograr la independencia en América Latina, entre ellos, un militar y político venezolano, Simón Bolívar.
Las políticas tomadas durante el siglo XVIII por parte de la Casa de Borbón en España, incrementaron el descontento de las colonias, que veían como sus derechos sociales, económicos y políticos quedaban mermados.
Hasta ese momento, las dependencias americanas se habían considerado ‘reinos independientes’, sin embargo, con las nuevas medidas pasaron a definirse como colonias, cuestión que empeoró la situación de la población.
Por ese motivo, el militar, que se sentía muy comprometido con la causa, pasó por varios batallones, como el del Ejército del Norte, para eliminar los diferentes núcleos realistas (leales al sistema colonial) que había en el Virreinato.
Tras convertirse en uno de los líderes de la Independencia de Argentina, que fue proclamada el 9 de julio de 1816, no dio por terminada su labor y cruzó la Cordillera de los Andes para lograr lo propio en Chile.
LLEGADA A CHILE.
En Chile, San Martín fue recibido como un héroe, mientras que el Senado del país le ordenó que centrara sus ataques en el centro del poder español, que se encontraba en la capital peruana, Lima.
Tras debilitar las fuerzas españolas, proclamó la Independencia chilena el 12 de febrero de 1818, aunque en España no sería reconocida hasta 1844.
En el caso de Perú, aunque las manifestaciones, tanto de indígenas como de criollos, incrementaron las tensiones con el gobierno central, no fue hasta 1820, con la llegada de la Expedición Libertadora procedente de Chile bajo el mando de José de San Martín, cuando la posibilidad de una verdadera independencia se cristalizó.
Después de tomar parte en estas expediciones, San Martín decidió dejar las armas y se reunió junto a Simón Bolívar en 1822, al que encargó que concluyera con la liberación de Perú.
RETIRO A EUROPA.
A pesar de sus numerosas expediciones, San Martín logró equilibrar su vida personal y familiar. El 12 de noviembre de 1812, cuando tenía 34 años, contrajo matrimonio con María de los Remedios de Escalada, una joven de 14 años, con la que tuvo a su única hija, Mercedes Tomasa San Martín y Escalada.
Cuando finalmente comenzó su retiro, en 1823, decidió regresar a Buenos Aires para encontrarse con su esposa, gravemente enferma, que falleció antes de su llegada.
Tras viajar por varias ciudades europeas decidió ir a Francia, donde pasaría los últimos años hasta su muerte, que se produjo en 1850.