Feriados con menos turistas y menos gasto: se profundiza el ajuste en el turismo interno argentino
Aunque 2,1 millones de personas viajaron en los dos fines de semana largos de junio, el gasto cayó un 28% en términos reales y la estadía promedio se redujo, reflejando el impacto del ajuste en el consumo.
Feriados con menos turistas y menos gasto: se profundiza el ajuste en el turismo interno argentino
El turismo interno sigue resistiendo, pero no escapa al ajuste económico. Según el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), durante los feriados de junio por el Día de la Bandera y la conmemoración de Martín Miguel de Güemes, viajaron 2.162.750 turistas por distintos destinos del país, quienes gastaron $412.372 millones en servicios turísticos. Sin embargo, los datos esconden una caída preocupante en términos reales.
La cifra de personas movilizadas fue un 16,6% menor respecto al mismo período de 2024, y el gasto total cayó un 27,9% interanual ajustado por inflación, reflejando un consumo claramente más austero. A pesar de una intensa oferta de actividades culturales y eventos regionales en las 24 provincias, la estadía promedio también fue menor: 2,2 noches frente a las 2,9 del año pasado.
Menos noches, menos gasto, más ajuste
El recorte se sintió en todos los rubros: menos consumo en recreación, en compras y en duración de las estadías. Las escapadas ya no son sinónimo de vacaciones extensas ni de gasto despreocupado, sino de turismo “medido” que prioriza la cercanía y la contención del gasto.
CAME destacó que, si bien hubo buena ocupación en destinos con eventos masivos —como la Fiesta Nacional de la Noche Más Larga en Ushuaia o el Turismo Carretera en Misiones— el turismo de cercanía fue el que mantuvo cierta vitalidad, aunque con un poder adquisitivo mucho más ajustado.
Un semestre que deja señales
Durante el primer semestre de 2025 se celebraron cinco fines de semana largos. En total, 8,8 millones de turistas se movilizaron por el país, generando un movimiento económico estimado en $2,1 billones, equivalentes a US$1.821 millones al tipo de cambio oficial.
Si bien estas cifras aún representan un sostén para miles de pymes turísticas y economías regionales, el balance deja señales claras: el turismo interno no es inmune al contexto de crisis y el ajuste fiscal. A pesar de la alta demanda en fechas puntuales, el consumo turístico se retrae y los viajes son cada vez más cortos y con menor derrame económico.
¿El turismo puede seguir siendo motor en recesión?
Los fines de semana largos siguen siendo una herramienta clave para sostener el turismo en temporada baja, pero su impacto empieza a mostrar límites ante el deterioro del poder adquisitivo. El desafío no es solo sostener el flujo de turistas, sino recuperar la capacidad de gasto y el valor agregado del sector.
La pregunta de fondo es si, sin estímulos al consumo interno y con una economía en recesión, el turismo podrá seguir siendo una vía de alivio para las economías regionales. Por ahora, el termómetro muestra que se viaja, pero se gasta menos, se queda menos y se disfruta con más restricciones.
Fuente: CAME
