F1 Gran Premio de Baréin: Grosjean salva su vida de milagro
Romain Grosjean ha sobrevivido a un accidente brutal segundos después de la salida del Gran Premio de Baréin. Su coche se ha estrellado contra las barreras tras un toque con Daniil Kvyat y ha provocado una gran bola de fuego, de la que el francés ha podido escapar por fortuna.
Grosjean ha sido víctima de un fortísimo accidente segundos tras la salida de la carrera de Baréin. El piloto francés salía desde la 19ª posición y se ha ido contra los guardarraíles en la primera vuelta, tras un toque con Daniil Kvyat. El impacto generó una gran bola de fuego que hizo a la FIA detener la carrera de inmediato.
Fueron segundos de tensión hasta que la Fórmula 1 certificaba que se trataba de Grosjean el piloto afectado y confirmaban que estaba bien. Minutos después, veíamos la espectacular imagen de Grosjean saliendo de entre las llamas con la ayuda de los comisarios, que completaron el rescate en unos aplaudidos 27 segundos.
En el Pit-Lane se escuchaban aplausos. Eran los equipos y pilotos, que agradecían la seguridad del Gran Circo y este pequeño milagro.
Más allá de la espectacularidad de las imágenes, la peligrosidad no estuvo en el gran incendio que se produjo, sino en los guardarraíles desprotegidos contra los que chocó el Haas VF-20. El coche se partió en dos y el monoscasco se incrustó por completo en los guardarraíles. Además, dos de los neumáticos salieron volando a gran velocidad y uno de ellos cayó al otro lado de la barrera.
Se trata del primer accidente, desde la introducción del halo en 2018, en el que vemos que este elemento de seguridad ha marcado la diferencia, ya que ha sido éste el que realmente le ha salvado la vida a Grosjean. En todos los anteriores, se podía interpretar que el halo podía haber tenido algo de influencia. Aquí no hay duda. Sin este dispositivo, que incluso se dobló ligeramente por la violencia del golpe, probablemente el piloto hubiera perdido el conocimiento y le sido imposible escapar del incendio.
Curiosamente hoy este elemento ha salvado a uno de los pilotos que luchó por su obligatoriedad, pues hay que recordar que el francés es precisamente director de la GPDA, la Asociación de Pilotos.
Los comisarios sofocaron el incendio y ayudaron a Romain llegar hasta la camilla de la ambulancia que se trasladó a la zona. El hecho de que el coche médico saliera justo después del pelotón ayudó a acelerar el rescate. De hecho, fue el propio personal del coche médico el que auxilió en primera instancia a Romain, un recordatorio más de lo importante que es el sector sanitario en un año que nos lo repite cada día.
El piloto, que parecía algo aturdido tras lo ocurrido, confirmó que se encuentra bien. Haas informó de que sufre quemaduras leves y le han trasladado al hospital más cercano para examinarle bien los pulmones, hacerle pruebas por los gases inhalados y comprobar si tiene alguna costilla rota.
“Romain tiene pequeñas quemaduras en las manos y tobillos, pero salvo por eso está bien”, comunica Haas.
Aunque hemos visto coches ardiendo recientemente, quizás hace casi dos décadas que no veíamos un incendio tan brutal en carrera. El último tan fuerte fue quizás el de Ronnie Peterson en el GP de Italia de 1978, tras el que el sueco falleció por complicaciones en una cirugía posterior. En esa ocasión los servicios médicos tardaron 20 minutos en asistirle.
El accidente dejó la zona de los guardarraíles totalmente destruida y provocó un retraso de más de una hora por las labores de reconstrucción. Dirección de Carrera ordenó colocar bloques de hormigón para reemplazar los guardarraíles, una solución rápida y más segura que la que había en el momento del accidente.