Egresaron 34 nuevos agentes del Servicio Penitenciario de Tierra del Fuego en Río Grande
La XIII Promoción fue reconocida en un acto encabezado por autoridades provinciales en el microestadio de Río Grande. Destacaron la vocación, el compromiso y la importancia del rol penitenciario.
Egresaron 34 nuevos agentes del Servicio Penitenciario de Tierra del Fuego
En un emotivo acto realizado este viernes en el microestadio de Río Grande, se celebró el egreso de 34 nuevos agentes pertenecientes a la XIII Promoción del Servicio Penitenciario de Tierra del Fuego. La ceremonia fue encabezada por el ministro Jefe de Gabinete, Agustín Tita, y el Director Provincial del Servicio Penitenciario, Inspector General Ariel Ciares.
También estuvieron presentes la ministra de Obras Públicas, Gabriela Castillo; el ministro de Economía, Francisco Devita; el ministro de Educación, Pablo López Silva; el secretario de Representación Política, Federico Giménez; legisladores provinciales; integrantes del Superior Tribunal de Justicia; representantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, así como familiares de los egresados.
Durante su discurso, Tita agradeció a los nuevos agentes por “tomar esta decisión acompañados de sus familias, de incorporarse al Servicio Penitenciario para iniciar una nueva etapa y trabajar con ciudadanos que están pagando sus culpas con la sociedad”. También transmitió el saludo del gobernador Gustavo Melella a los flamantes egresados.
El funcionario subrayó la importancia de la vocación y el compromiso en esta tarea: “No es una vida laboral como la de cualquiera, es muy especial. Les deseo el mayor de los éxitos en esta nueva etapa”.
Por su parte, la directora del Instituto Superior de Ciencias Penitenciarias, Adjutor Principal (Lic.) Sonia Muñoz, felicitó a los nuevos agentes y reconoció la labor del equipo de instructores. “Ser penitenciario no es para cualquiera”, expresó, destacando también la colaboración del Gobierno provincial y de las distintas fuerzas para lograr una formación integral.
Finalmente, Muñoz alentó a los egresados a “contribuir a un mejor servicio penitenciario” y los instó a ser transmisores de los valores aprendidos durante su formación.
