La Municipalidad, junto a integrantes de la comunidad, realizó una ceremonia en el Espacio de la Memoria. Vanina Ojeda, funcionaria y descendiente Selk’nam, enumeró las masacres y los secuestros para “zoológicos humanos” en Europa, reclamando que “durante mucho tiempo se nos negó la posibilidad de hablar”.
“Fue un genocidio”: Ushuaia recordó a las víctimas Selk’nam con un emotivo acto de memoria y verdad histórica
USHUAIA. – Con la presencia de autoridades municipales, integrantes de comunidades originarias y escuelas, la Municipalidad de Ushuaia llevó a cabo este lunes el acto en conmemoración por el “Día del Genocidio Selk’nam”. La ceremonia, realizada en el Espacio de la Memoria del Paseo de las Rosas, se enmarcó en la Ley Provincial N° 1.389, que establece esta fecha como una jornada de duelo y reflexión.
La secretaria de Cultura y Educación, Belén Molina, destacó la importancia de que esta conmemoración sea compartida por toda la comunidad. “Esta tiene que ser una jornada de luto no solamente para los pueblos originarios, sino para todo el pueblo fueguino”, afirmó, y resaltó el trabajo de visibilizar “la historia muchas veces oculta”.
Sin embargo, las palabras más contundentes llegaron de la subsecretaria de Cultura e integrante del pueblo Selk’nam, Vanina Ojeda, quien realizó un crudo relato de las violencias sufridas. “Nombrar las masacres de San Sebastián, Cauchicol, Punta María, Cabo Domingo y los secuestros de nuestros antepasados para ser exhibidos en zoológicos humanos en Europa es un acto de justicia histórica”, declaró con firmeza.
Ojeda fue más allá y detalló otras formas de violencia menos visibilizadas. “También hubo violencias como los cambios de identidad y las conversiones forzadas: mi tatarabuela se llamaba Alkan, pero en su fe de bautismo aparece como Cristina, un nombre impuesto”, reveló, ilustrando el sistemático intento de borrar la identidad cultural del pueblo.
La funcionaria concluyó con un mensaje de lucha y esperanza: “Hoy podemos decir con claridad lo que pasó (…) Vamos a seguir trabajando, escuchando a nuestras ancianas, aprendiendo del territorio y levantando la bandera de la sabiduría de los pueblos originarios para que nunca más se silencie nuestra voz”.
El acto reforzó el compromiso institucional de mantener viva la memoria a través de programas educativos en las escuelas, asegurando que las nuevas generaciones conozcan la verdadera historia de la construcción de la provincia sobre territorios de pueblos preexistentes.