La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, criticó enfáticamente la designación del teniente general Carlos Presti como nuevo ministro de Defensa, argumentando que se trata de un retroceso institucional.
“Es una provocación”: el duro rechazo de Estela de Carlotto a la designación de un militar en Defensa
BUENOS AIRES. – En un contundente mensaje, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, calificó este lunes como una “provocación” la designación del teniente general Carlos Presti como nuevo Ministro de Defensa del Gobierno nacional, sosteniendo que un militar “no está preparado” para ese cargo.
En declaraciones a la radio Splendid AM 990, Carlotto expresó su profunda preocupación y vinculó la medida con el pasado traumático de la Argentina. “Esto es iniciar una situación de violencia en la sociedad, cuando ya sabemos la vida que ha tenido la Argentina con los Golpes de Estado, con las dictaduras y con todo lo que hemos sufrido”, señaló.
La histórica defensora de los derechos humanos fue más allá y afirmó que el Gobierno “está mortificando al país con ideas extrañas”. Para Carlotto, esta designación representa un cambio peligroso en la política de Estado. “El que tiene vocación militar que esté en esa vocación y que cumpla con la obligación de defender y defendernos, pero las políticas de Estado las manejan los civiles”, subrayó.
“Esta idea de poner a un militar como ministro de Defensa es una provocación, es ponerlo en un lugar que no le corresponde, primero porque no está preparado para eso y segundo que no lo sabe hacer”, aseveró.
La titular de Abuelas también manifestó su malestar por la incertidumbre que, a su juicio, genera la actual gestión. “No podemos vivir los ciudadanos esperando que va a hacer hoy el presidente”, dijo, y rechazó que se hagan “los disparates que hace y uno tenga que todos los días vivir una humillación permanente”.
Con estas declaraciones, Carlotto se suma a las voces críticas dentro del espacio de derechos humanos y la oposición política, poniendo en evidencia la fuerte controversia que genera la colocación de un uniformado en la cúpula del ministerio que tradicionalmente, en democracia, ha sido dirigido por civiles.