60 estudiantes de Tierra del Fuego y la Patagonia rindieron el primer examen en la ciudad. La formación, impulsada por un convenio municipal, capacita para garantizar la calidad e inocuidad de los alimentos en la región.
Ushuaia se consolida como polo educativo regional al albergar los exámenes de la Tecnicatura en Control Bromatológico
La ciudad de Ushuaia se convirtió en sede examinadora regional de la Tecnicatura en Control Bromatológico de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). Este sábado, 60 estudiantes de Tierra del Fuego y de distintas localidades de la Patagonia rindieron el primer examen en las instalaciones del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM).
La iniciativa es posible gracias a un convenio firmado por el intendente Walter Vuoto con la UNER, que permite a los vecinos y vecinas acceder a una formación clave para la seguridad alimentaria. Aunque la cursada es a distancia, las evaluaciones son presenciales, y para ello dos profesores de la universidad entrerriana viajaron especialmente a Ushuaia.
Formación especializada para la comunidad
Gabriela Borré, subsecretaria de Gestión Integral de Recursos Humanos de la Municipalidad, destacó el valor de la tecnicatura: “Esta formación permite a los interesados adquirir herramientas claves y necesarias para garantizar la calidad de lo que consumimos, además de desarrollar la investigación, análisis e incluso auditar espacios gastronómicos como restaurantes”.
La puesta en marcha de esta sede examinadora evita que los estudiantes fueguinos y patagónicos deban trasladarse a otras provincias para rendir, democratizando el acceso a la educación superior de calidad.
Un logro conjunto con mirada regional
Las autoridades destacaron el trabajo articulado con el área de Bromatología y el sindicato UTHGRA para concretar la logística del examen. El cuerpo docente de la UNER manifestó su satisfacción por el compromiso y la cantidad significativa de estudiantes que llegaron a esta instancia de evaluación.
La consolidación de Ushuaia como sede regional no solo beneficia a los residentes locales, sino que posiciona a la ciudad como un centro de formación de referencia para toda la Patagonia en el estratégico campo de la bromatología y la seguridad alimentaria.
