Raúl Alfredo Souza Conrado, un excombatiente de Cañuelas, entregó una carta que recibió a bordo del ARA Piedrabuena. El documento, donado al Museo Pensar Malvinas, se incorpora al patrimonio histórico para preservar la memoria de la guerra.
Un pedazo de papel que atravesó el Atlántico Sur en 1982 para llevar un mensaje de aliento a un soldado encontró, cuatro décadas después, su hogar perpetuo en Ushuaia. Raúl Alfredo Souza Conrado, un Veterano de Guerra de Malvinas oriundo de Cañuelas, donó una carta personal al Museo Pensar Malvinas, un gesto cargado de memoria y emoción.
La donación fue recibida por el secretario de Asuntos de Malvinas de la Municipalidad de Ushuaia y también VGM, Dante Asili. El documento histórico fue escrito por su prima, Nelly Tripichio, y llegó a manos de Souza Conrado mientras prestaba servicio en el ARA Piedrabuena durante el conflicto bélico.
Un viaje que culmina en la memoria colectiva
Esta carta, un frágil testimonio de los lazos que sostenían a los soldados desde el continente, pasará ahora a formar parte del acervo del Museo Pensar Malvinas. Su incorporación se enmarca en las políticas activas de la Secretaría para preservar y difundir la memoria colectiva sobre la Gesta de 1982.
Cada objeto personal donado al museo enriquece la narrativa histórica, permitiendo a las nuevas generaciones comprender la guerra desde una dimensión humana e íntima. Estas piezas, más allá de su valor material, son portadoras de las voces, los miedos y la esperanza de quienes vivieron aquellos días.
La donación de Souza Conrado no es solo un acto de desprendimiento; es un compromiso con la verdad y la soberanía memory. Asegura que su historia personal, y la de miles de veteranos, siga viva y “pensando” en Malvinas, desde el lugar más simbólico: la ciudad más austral del mundo.
