El mandatario fueguino alertó que el acuerdo, negociado “sin intervención del Congreso”, pone al país frente a un “nuevo ciclo de dependencia externa”. “Es pan para hoy y hambre para mañana”, afirmó.
En un duro discurso, el Gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, cargó contra la gestión nacional por las tratativas para acceder a un crédito internacional de 30.000 millones de dólares, que calificó de “irresponsable” en el actual contexto de recesión.
Melella expuso su “profunda preocupación” por el rumbo que esta decisión implica para la soberanía económica, institucional y geopolítica de la Argentina. Sostuvo que el país “no puede hipotecar su futuro” a cambio de una “foto o una medalla”, en clara alusión a los posibles réditos políticos que buscaría el oficialismo.
“Un préstamo de esta magnitud, negociado en silencio y sin intervención del Congreso, nos pone frente a un nuevo ciclo de dependencia externa, con altísimos costos para las provincias y para el pueblo argentino”, afirmó el mandatario provincial durante su alocución.
El Gobernador advirtió, además, sobre los riesgos geopolíticos de alinearse con una administración extranjera que tiene sus propios intereses electorales. “No se puede utilizar a la Argentina como ficha en un tablero de ajedrez global. Este acuerdo no es una herramienta económica: es un alineamiento ideológico, condicionado y peligroso”, aseveró.
Melella fue contundente al señalar que la estrategia de financiamiento no apunta al desarrollo real del país. “Nada de esta decisión apunta a generar más trabajo, ni más desarrollo ni crecimiento. Más deuda solo se termina pagando con más desocupación, más pobreza, menos industria nacional”, enfatizó.
En línea con su rol como gobernador de una provincia estratégica como Tierra del Fuego, Melella insistió en la necesidad de que las decisiones de esta magnitud no se tomen “lejos de cualquier control democrático o institucional”. Finalizó su crítica subrayando que “La Argentina debe salir adelante con producción, con desarrollo federal, con integración regional y con soberanía“, en oposición al camino del endeudamiento externo.