Milei designó a Lijo y García-Mansilla en la Corte Suprema por decreto y desata una nueva polémica
El Gobierno evita el debate en el Senado y avanza con una medida excepcional. La jugada busca cambiar el foco tras el escándalo del token $LIBRA que salpica al Presidente.
Milei nombra jueces de la Corte por decreto: golpe institucional o maniobra de distracción?
El presidente Javier Milei confirmó la designación “en comisión” de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema de Justicia mediante un decreto presidencial, evitando el tratamiento legislativo en el Senado. La decisión se da en un contexto de crisis política para el Gobierno, golpeado por el escándalo del token $LIBRA, una criptomoneda promocionada por el propio mandatario y bajo investigación judicial.
La maniobra del Ejecutivo llega tras el fracaso en lograr los consensos necesarios para aprobar los pliegos en la Cámara Alta. El oficialismo intentó sin éxito convocar una sesión especial el pasado viernes, pero ni siquiera los sectores “dialoguistas” estuvieron dispuestos a dar quórum, en un clima político cada vez más tenso.
¿Una jugada desesperada para cambiar la agenda?
El decreto, que ya se encuentra en la Secretaría Legal y Técnica, deberá publicarse antes del 1 de marzo, fecha de inicio de las sesiones ordinarias del Congreso. Fuentes oficiales habían asegurado que Milei no recurriría a esta vía para imponer a Lijo, pero la presión ante el avance de la causa judicial por el escándalo $LIBRA habría llevado al Gobierno a tomar una decisión drástica.
El oficialismo enfrenta ahora un doble problema: la falta de apoyo político para sostener los nombramientos y las posibles consecuencias legales del escándalo del token, que ya motivó denuncias por abuso de autoridad, estafa, tráfico de influencias y cohecho contra el Presidente.
El decreto tendrá vigencia hasta noviembre, cuando finaliza el período parlamentario. Si en ese lapso el Senado lo rechaza, las designaciones quedarán sin efecto. Desde el peronismo ya anticiparon que buscarán anularlo, mientras que en el PRO Mauricio Macri se manifestó en contra de la designación de Lijo, por lo que podría alinear a sus legisladores en la misma dirección.
Un antecedente que terminó en fracaso
La decisión de Milei tiene un antecedente en la presidencia de Mauricio Macri, quien en diciembre de 2015 intentó designar por decreto “en comisión” a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti en la Corte Suprema. La medida generó un rechazo generalizado, incluso dentro del propio oficialismo, lo que obligó a Macri a enviar los pliegos al Senado.
Sin embargo, el contexto político de Macri era más favorable. A diferencia de Milei, logró negociar con el peronismo y obtener la aprobación legislativa. En cambio, el actual Gobierno enfrenta una fuerte resistencia política y una crisis de credibilidad que podría complicar aún más la gobernabilidad.
¿Crisis de gobernabilidad a la vista?
Con una relación cada vez más tensa con los gobernadores y sin control del Congreso, Milei apuesta a decisiones unilaterales que podrían debilitar aún más su gestión. La falta de consenso para la reforma judicial y la creciente presión por el escándalo financiero de $LIBRA dejan al Gobierno en una posición vulnerable.
Si el Senado bloquea el decreto y la crisis política se agudiza, el presidente podría enfrentar un escenario de mayor aislamiento institucional, donde la falta de apoyo legislativo limite su capacidad de gestión y genere conflictos en el propio oficialismo.
¿Será este otro error estratégico de Milei o logrará imponer su voluntad pese a la resistencia política?
