21 noviembre, 2024
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Los cambios en la vida cotidiana que vendrán con los vehículos eléctricos

“Hoy toda la energía para movernos la vamos a comprar a la estación de servicio, en cambio a partir de ahora se va a poder cargar en casa a baja potencia mientras el auto no se usa”, destacó un experto


La utilización masiva de los autos eléctricos implicará un cambio radical en la vida cotidiana, ya que sólo se tendrá que recurrir a las estaciones de servicio en caso de tener que recorrer distancias largas, en tanto para la carga diaria de la batería de los vehículos podrá hacerse en el trabajo, centros comerciales y el propio domicilio, incluso mientras el conductor duerme o realiza otras tareas.

“El vehículo eléctrico tiene un tratamiento muy parecido al de un celular o al de una computadora personal”, explicó a Télam Roberto Stazzoni, responsable de Electromovilidad en ABB, quien señaló que “se carga a la noche en casa cuando no se usa y, cuando hay que recorrer distancias mayores que exceden la autonomía de la batería, ahí sí es la ocasión en la que se necesita un cargador rápido en el camino”.

Stazzoni aclaró al respecto que “el 80% de las cargas se hace en casa, a baja potencia, mientras el auto no está siendo utilizado, o en el estacionamiento del edificio o del trabajo, en momentos en los que el vehículo no se usa, con una potencia baja, en sintonía con la necesidad de no sobrecargar las redes”.

“Hoy toda la energía para movernos la vamos a comprar a la estación de servicio, en cambio a partir de ahora se va a poder cargar en casa a baja potencia mientras el auto no se usa. Vamos a ir a la estación de servicio cada vez menos, sólo cuando necesitemos hacer una carga rápida para la ruta”, proyectó.

De ese modo, “cuando uno se levanta tiene cubierta la autonomía para el uso diario de 50 y hoy día hasta 200 kilómetros”, precisó, luego de subrayar que en la actualidad, salvo cuando se lo usa para ir de vacaciones, el uso promedio de un auto no llega a los 50 kilómetros diarios.

“Hay que desmitificar los mil kilómetros de autonomía que nos da un naftero, ¿los necesito realmente si hago 50 kilómetros diarios?”, se preguntó, en referencia a uno de los principales cuestionamientos a la movilidad eléctrica, su escasa autonomía en comparación con los vehículos de combustión interna.

Otro punto en contra, además de la distancia, es el tiempo que demanda la carga de la batería, ya que “a mayor capacidad hay mayor autonomía, pero para llenarla se demora más”.

“Si se toma como base una batería típica de 40 kwh (quizás en los próximos años, con la baja de precios pasen a 60 kwh o más), con un consumo de 16 kwh cada 100 kilómetros, tenemos una autonomía de 250 kilómetros”, planteó.

En el caso en el que la batería estuviera totalmente vacía, Stazzoni dijo que “con una potencia de carga de 7 kwh, en seis horas la llenaría:; pero si la cargo con 50 kwh en corriente continua en vez de hacerlo con alterna, estaría completa en 45 minutos”.

De todos modos, señaló que “son tiempos referenciales porque la batería no es un sistema lineal, tiene un comportamiento fuertemente capacitivo y la carga de una celda no es lineal, toma más energía al principio y menos al final”.

Stazzoni reconoció que “todavía es incipiente” la instalación de cargadores rápidos en estaciones de servicios en las rutas, pero que “YPF ha puesto varios y está electrificando las rutas más emblemáticas”, además de la habilitación de puntos de recarga por parte de Shell y Axion.

Al respecto, aseguró que “hoy se puede ir (desde Buenos Aires) a Mar del Plata en auto eléctrico porque hay cargadores en la autopista Buenos Aires-La Plata, en Chascomús, Dolores y creo que Castelli; del mismo modo se puede ir a Rosario, hay un cargador en San Pedro”.

“Y cuando llego a destino me encontraré con algún Wallbox u otro cargador rápido si tengo que ir y volver, o hacer una carga lenta en una oficina o un shopping”, puso como ejemplos.

“Por supuesto, falta darle una cobertura nacional, es bastante complejo, los equipos son caros y hay que contar con la potencia disponible, pero se está empezando a trabajar en esa dirección”, confió, para agregar que “disponer de redes de carga rápida genera confianza en el usuario de un vehículo eléctrico, ya que garantiza la llegada y el regreso; eso es lo que va a romper el paradigma de la autonomía, la distancia y el tiempo”.

Asimismo, advirtió que, además de los automóviles livianos, “la electrificación mejora la eficiencia de cualquier vehículo impulsado por tecnologías convencionales”, y señaló en ese sentido que “hay buses híbridos y 100% eléctricos”.

“En la Ciudad de Buenos Aires se hicieron algunas pruebas, hace poco se inauguró una terminal en San Juan con dos buses y Mendoza en este momento es la provincia con más buses eléctricos rodando”, detalló.

Por otra parte, indicó que “hay algunas experiencias piloto en electrificación de maquinaria agrícola para hibridarla, de modo tal de mejorar la eficiencia y eliminar las emisiones”.