22 noviembre, 2024
Inicio » Taiana: “Los únicos invencibles son los pueblos dispuestos a defender su soberanía y su libertad”

Taiana: “Los únicos invencibles son los pueblos dispuestos a defender su soberanía y su libertad”

El ministro de Defensa, Jorge Taiana, afirmó hoy que “los únicos invencibles son los pueblos que están dispuestos a defender su soberanía y su libertad”, al presidir el acto de conmemoración del ataque argentino al portaaviones británico “Invincible” durante la Guerra de Malvinas, episodio que el gobierno inglés continúa negando 40 años después.


“Este acto es un símbolo de lo que queremos la mayoría de los argentinos que es defender nuestra soberanía y vivir en una sociedad con libertad, justicia e igualdad de oportunidades; lo único ‘invencible’ son los pueblos que están dispuestos a defender su soberanía y su libertad”, aseveró Taiana.

El gobierno británico todavía niega el ataque al “Invincible”, aunque el radar de Puerto Argentino registró entonces que la actividad de vuelo se redujo a la mitad inmediatamente después de esa misión y el buque se retiró de la zona.

El hecho ocurrió cuando una misión conjunta del Comando de Aviación Naval (COAN) y la Fuerza Aérea argentina atacó al portaaviones, hace hoy 40 años, unos 300 kilómetros al este de Puerto Argentino, donde la flota británica creía estar a salvo de los pilotos argentinos que habían hundido en dos semanas a las fragatas “Ardent” y “Antelope”, a los destructores “Sheffield” y “Coventry”, y al transporte “Atlantic Conveyor”.

Taiana encabezó la conmemoración de esa misión en la Base Aeronaval Río Grande, la misma de la que, el 30 de mayo de 1982, despegaron los aviones que atacaron a la nave inglesa.

La recuperación de las Islas Malvinas encontró al Comando de Aviación Naval (COAN) de la Armada Argentina con apenas cinco misiles AM-39 Exocet. Dos de ellos ayudaron a hundir al destructor HMS Sheffield el 10 de mayo y otros dos al transporte SS Atlantic Conveyor el 25 de ese mes. El último misil fue reservado para ir en búsqueda de alguno de los portaaviones de la marina real.

Cuando las fuerzas argentinas lograron estimar la posición del “Invincible” se diseñó una misión con la idea de atacar al portaaviones con el último Exocet que quedaba y rematarlo con las bombas de 250 libras que llevaban los aviones A4-C de la Fuerza Aérea.

Los dos aviones Super Étendard de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, al mando del capitán de corbeta Alejandro Francisco y del teniente de navío Luis Collavino, despegaron junto a los A4-C que eran tripulados por los tenientes primeros José Vázquez, Ernesto Ureta y Omar Castillo y el alférez Gerardo Isaac.

A ellos se sumaron dos Hércules KC-130 de la Fuerza Aérea que despegaron desde Río Gallegos y fueron fundamentales para abastecer de combustible a los seis aviones durante una extensa travesía que rodeó las islas por el sur, para tomar por sorpresa a la flota británica que no esperaba que las aeronaves argentinas tuviesen suficiente capacidad para alcanzar esas distancias.

Tras el último reabastecimiento, los seis aviones volaron a pocos metros de la superficie del Atlántico hasta que, a unas veinte millas de su objetivo, los radares de los Super Étendard detectaron la silueta de un buque de grandes dimensiones y el capitán Francisco lanzó el último Exocet. Sin un radar para identificar a su blanco, los A4-C aceleraron detrás de la estela del misil, dispuestos a lanzar sus bombas sobre el buque que el Exocet les mostrase.

Cuando la flota británica detectó el ataque activó todas sus defensas y los aviones de Vázquez y Castillo fueron derribados antes de alcanzar su blanco, mientras que Ureta e Isaac lograron identificar una columna crepitante de humo negro y lo toman como una señal para descargar su artillería.

Ureta afirmó que “recordamos una de las misiones más importantes que se pudieron cumplir en el Atlántico Sur y tengo muy frescas en mi memoria todas las tareas para llevarla adelante, la coordinación necesaria entre pilotos de diferentes tipos aviones que tuvieron que aprovechar los distintos modos de empleo en un mismo modo de acción”.

Subrayó que “a diferencia de las misiones anteriores, en las que los Exocet habían sido lanzados sin contacto visual con el objetivo, en el lanzamiento del último misil hubo testigos porque pudimos ver con nuestros propios ojos los daños que le produjo al portaaviones y los causados por nuestras bombas y cañones que forzaron a que el buque deba regresar al Reino Unido varios meses después y con muchas reparaciones visibles”.

“Esto se logró no solo por los pilotos, sino por el apoyo técnico de los mecánicos que prepararon los aviones, el apoyo de los KC-130 que, sin posibilidad de defensa, nos acompañaron y nos abastecieron para que podamos alcanzar el objetivo y que se quedaron esperándonos expuestos a cualquier ataque sabiendo que podíamos no volver; y también por el patriotismo y heroísmo de Vázquez y Castillo que fueron derribados momentos antes de llegar al blanco; ellos son dos de los 649 héroes de la patria, a ellos nuestro eterno homenaje y reconocimiento”, completó Ureta.

Francisco, a cargo de la misión y quien disparó el último Exocet, recordó que “antes de la misión les dije a los pilotos de los A4-C que para ellos era de extrema vulnerabilidad, porque el lanzamiento del misil rompía el silencio electrónico seis minutos antes que ellos pudiesen alcanzar el blanco para lanzar las bombas y los dejaba expuestos a las defensas enemigas”.

“Aterrizados en Río Grande, Ureta e Isaac nos hicieron saber que el buque atacado con éxito resultó no ser tan ‘invencible’ como el nombre sugería; queda claro que el alistamiento de los medios y el adiestramiento del personal que los mantiene y opera permite el éxito de una operación cómo ésta, que involucraba a tres tipos de aviones diferentes desde dos bases distintas”, añadió.

Taiana afirmó que “son muchas cosas las que recordamos y conmemoramos en esta ceremonia, la primera de ellas es la permanencia de la ilegítima ocupación desde 1833 por la fuerza de nuestras islas Malvinas por parte del otrora poderoso imperio británico que intenta mantener el en siglo XXI una situación colonial que es inadmisible”.

“Un segundo elemento es recordar a los caídos, en este caso a Vázquez y Castillo, caídos en el cumplimiento del deber en una misión muy riesgosa en la que demostraron su coraje y su amor a la Patria”, resaltó.

Y añadió que “en tercer lugar conmemoramos a los héroes vivos que están acá, como Ureta e Isaac que lograron volver con vida de esa extraordinaria misión y son un ejemplo del heroísmo que tenemos entre nosotros; Argentina no tiene solo 649 héroes que dieron la vida, tiene todavía a todos los que lucharon por nuestra soberanía”.

“Hace 40 años se visibilizaba menos la importancia del accionar conjunto de las distintas fuerzas; hoy estamos convencidos de que un elemento central para fortalecer nuestra capacidad de defensa es el accionar conjunto de las fuerzas armadas, por eso las tareas conjuntan cobran cada vez mayor relevancia”, remarcó.

Enfatizó que “eso lo estamos demostrando aquí con el fortalecimiento de la presencia conjunta de las fuerzas armadas en Tierra del Fuego; hoy con la puesta en marcha del radar en Río Grande y el próximo paso es la constitución de una nueva unidad del Ejército para que tenga presencia permanente en la isla y el desarrollo de la base naval integrada que es un puente clave de nuestra Argentina bicontinental hacia el Atlántico Sur”.