El Partido Popular volvió a ganar en Castilla y León pero no podrá gobernar solo
El Partido Popular (PP, conservador) de España ganó hoy las elecciones en la región de Castilla y León con 31,45% de los votos y 31 bancas en la legislatura regional cuando se había cumplido 98,97% del escrutinio oficial.
Con esos resultados, el PP retiene el poder en la región, que administra desde 1987, pero deberá formar una coalición para gobernar, ya no con su actual aliado Ciudadanos, de centro, sino probablemente con Vox, de ultraderecha, según la prensa internacional.
El presidente regional y líder local de PP, Alfonso Fernández Mañueco, decidió en diciembre adelantar estos comicios para evitar la disolución de la legislatura ante los crecientes problemas con Ciudadanos y con el propósito, frustrado hoy, de alcanzar una mayoría que le permitiera gobernar sin socios.
Una vez conocidos los resultados, Fernández Mañueco manifestó su disposición a “dialogar con todos para formar un gobierno de todos y para todos”, según la agencia de noticias Sputnik.
Vox se ubicó en segundo lugar, con 13 escaños -tenía hasta ahora uno solo-, y su líder nacional, Santiago Abascal, pidió “respeto al veredicto del pueblo soberano” y sostuvo que el partido “tiene el derecho y el deber de formar gobierno en Castilla y León”.
“¡Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García Gallardo”!, dijo Abascal acerca de quien encabezó la lista de candidatos de Vox en Castilla y León.
Mientras tanto, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de centroizquierda, obtuvo 30,07% de los votos y perdió siete de las 35 bancas que tenía.
Su principal candidato, Luis Tudanca, lamentó que el adelanto de las elecciones le abriera “de par en par la vuelta a Vox”, al que definió como “un partido de extrema derecha que no solo cuestiona el estado autonómico sino también los derechos y las libertades de muchos colectivos”.
Asimismo, tanto Ciudadanos como Podemos -este último, de izquierda- consiguieron un escaño cada uno.