23 noviembre, 2024
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Bolsonaro retoma una vieja estrategia en el año electoral y denuncia un plan para matarlo

Por Pablo Giulano, Corresponsal

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, insistió hoy que hubo un plan para matarlo en 2018, pese a que dos investigaciones de la Policía Federal resolvieron que el ataque con cuchillo que sufrió cuando era candidato presidencial fue el acto de una sola persona, una acusación que parece marcar el tono del inicio de un año electoral en el que buscará la reelección.

Foto by NELSON ALMEIDA / AFP

Apenas dado de alta de hospital por una obstrucción intestinal vinculada a las complicaciones por el atentado, Bolsonaro se irritó al negar que el ataque haya sido “falso” y que su última internación fuera para buscar “victimizarse” en un momento en que las encuestas lo dan muy abajo del favorito, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva del opositor Partido de los Trabajadores.

Vestido con una camiseta del diminuto Juventus de San Pablo -club del ascenso donde jugó César Luis Menotti en 1969-, Bolsonaro volvió a levantar la bandera de una conspiración en su contra, que le rindió los mejores frutos en 2018 ya que luego del atentado su popularidad no paró de crecer hasta llegar a la victoria conta el candidato petista Fernando Haddad.

El atentado del 6 de setiembre de 2018 ocurrió en Juiz de Fora, Minas Gerais y fue cometido por Adelio Bispo, un ayudante de albañil que según dos investigaciones de la Policía Federal actuó solo y fue declarado inimputable por sus problemas psiquiátricos. Pese a ello está impedido de hablar con la prensa en el penal de máxima seguridad de Campo Grande, Mato Grosso do Sul.

Bolsonaro logró en la Justicia abrir una nueva investigación y envió a una misión internacional en Estados Unidos al comisario que estuvo a cargo del caso hasta ahora. En su lugar, nombró a otro especializado en crimen organizado, siempre detrás de la tesis de un complot, sobre todo para investigar a los abogados que patrocinaron al agresor.

“No hay dudas de que fue un intento de homicidio. Ahora habrá una nueva investigación y lograron entrar en el teléfono del abogado de Adelio. La investigación deberá llegar a gente importante, esto no salió de la cabeza de Adelio”, denunció nuevamente Bolsonaro en conferencia de prensa en el hospital Vila Nova Star, en San Pablo, en donde se internó de urgencia el lunes por la madrugada, tras suspender sus vacaciones en una playa de Santa Catarina.

El cambio de comisario por uno especializado en el Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización de narcotráfico de Brasil, pone al caso Adelio dentro del deseo expreso de Bolsonaro de investigar un presunto complot en su contra.

Pero los deseos del mandatario ya chocaron con un clima de desconfianza.

Bolsonaro se enojó con una periodista de Folha de Sao Paulo, el diario más importante del país que editorialmente apoyó la agenda económica del Gobierno durante tres años, que le preguntó si la internación había sido para promocionarse políticamente.

“Esa pregunta es una agresión a los médicos. No es una jugada política, no me estoy victimizando, parece que me están cargando”, dijo Bolsonaro.

El líder de ultraderecha dijo que hubiera sido imposible engañar a los médicos de Juiz de Fora que lo atendieron y lo operaron. Además, dijo que en el momento del cuchillazo en el estómago no salió sangre porque la hemorragia, inicialmente, fue interna.

“Hay imágenes, el cuchillo entró. ¿Piensan que es fake?”, se quejó.

Pero quien fuera su rival en el balotaje presidencial de 2018 y hoy es el principal consejero de Lula, el petista Haddad, calificó como una “internación conveniente” el paso de Bolsonaro por la clínica privada, sobre todo ante las críticas que recibió por no acudir a Bahía, golpeada por las peores inundaciones de su historia mientras el mandatario paseaba por las playas y un parque de diversiones de Santa Catarina en la semana de Año Nuevo.

El médico cirujano Antonio Macedo se mostró hoy junto a Bolsonaro en la conferencia de prensa que dio al salir de la clínica y dijo que el problema de obstrucción intestinal tiene que ver con las lesiones del atentado.

Bolsonaro, por su parte, contó que se sintió mal el domingo al mediodía luego de comer pescado y camarón. “No mastiqué bien el camarón”, comentó.

A su lado, el médico sumó una recomendación.

“Hay que masticar por lo menos quince veces, el presidente está listo para trabajar y deberá hacer caminatas”, sostuvo Macedo, quien regresó el lunes de urgencia desde Bahamas, donde pasaba las vacaciones ya que es el hombre que más conoce la herida de Bolsonaro dado que participó de todas las operaciones del mandatario desde el ataque de 2018.

Bolsonaro también se enojó cuando le dijeron que estaba de vacaciones antes de la internación.

“No estaba de vacaciones, estaba trabajando, salvo que daba una vuelta en jet ski o fui al parque de diversiones una vez”, respondió y citó los decretos que firmó durante su estadía en una base militar de Sao Francisco do Sul, Santa Catarina.

El mandatario, durante su alocución, también defendió tener “elecciones limpias y transparentes” en octubre y aplaudió la decisión del Tribunal Superior Electoral de haber incorporado como director al exministro de Defensa de Bolsonaro, el general retirado Fernando Azevedo.

Bolsonaro está siendo investigado por la corte suprema por divulgar noticias falsas sobre el sistema electoral brasileño durante 2021, pero ahora sostuvo que “las Fuerzas Armadas participarán de todo el proceso electoral”, dado que construyó un Gobierno con más militares en cargos administrativos y políticos que la dictadura de 1964 a 1985 que suele reivindicar.

El mandatario omitió la crisis de contagios de Covid-19 en las últimas semanas y la vacunación infantil que debe ser reglamentada por el Ministerio de Salud, pero sí volvió a criticar las cuarentenas pasadas y a cargar contra la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), por recomendar cancelar la temporada de cruceros, algo que hicieron las propias empresas de turismo.

Este Bolsonaro precandidato a la reelección por el Partido Liberal sin dudas dejó claro hoy en la puerta de la clínica que su preocupación no será la salud y sí su seguridad, alentando el fantasma de otros atentados y vinculando estos a “la izquierda”.