Fracasó el intento de Rodríguez Simón de asegurarse que no será detenido en Uruguay
La justicia penal de Montevideo, Uruguay, rechazó hoy la acción de habeas corpus presentada por el diputado del Parlasur Fabián “Pepín” Rodríguez Simón (Cambiemos) por lo que el dirigente macrista no logró la herramienta judicial con la que pretendía asegurarse que no sería detenido en ese país.
La decisión fue adoptada por el Juez Letrado de Primera Instancia en lo Penal Marcelo Malvar, ante quien Rodríguez Simón había presentado un segundo habeas corpus –el primero fue rechazado el 7 de mayo- en el que sostuvo que es víctima de una persecución política y la justicia argentina busca detenerlo de forma arbitraria.
La jueza federal María Romilda Servini ordenó el miércoles último la “inmediata captura nacional e internacional a efectos de recibirle declaración indagatoria” a Rodríguez Simón, luego de que su abogado presentara un escrito ante el juzgado federal 1 en el que informaba que se encontraba en Uruguay tramitando un pedido para ser acogido como refugiado político.
El fracaso de la acción de habeas corpus coloca a Rodríguez Simón ante la posibilidad de ser detenido en Uruguay, aunque tan solo sea a los efectos de ser puesto a disposición del tribunal que vaya a tramitar la eventual extradición, una vez que estén completados los pasos para ello.
El juicio de extradición puede iniciarse y completarse mientras dure el tramite iniciado por “Pepín” para ser considerado un refugiado político, aunque el resultado del primero quedará sujeto a lo que decida la Comisión de Refugiados (CORE) de Uruguay.
Esa entidad deberá decidir si se le concede es estatus se garantizará no ser devuelto a la Argentina, algo que tampoco podrá ocurrir durante el proceso.
Al rechazar la acción con la que Rodríguez Simón pretendía garantizarse que no sería detenido durante su estadía en Uruguay, el juez Malvar sostuvo que no logró demostrar que fuera a un perseguido político ni que la justicia argentina hubiera impartido órdenes arbitrarias.
Para este segundo intento, “Pepín” llevó como novedad que la jueza Servini había ordenado su detención tras considerar que estaba intentando sustraerse del proceso judicial, pero esa decisión no fue leída como un elemento suficiente para que la justicia uruguaya viera en Rodríguez Simón un perseguido.
La resolución de Servini “no transparenta una clara y grosera ilegitimidad o arbitrariedad”, sostuvo el juez Malvar en el fallo de seis páginas al que tuvo acceso la agencia Télam, en el que además resaltó que “Rodríguez Simón tiene aseguradas todas las garantías posibles, legales y convencionales, administrativas y jurisdiccionales, para solicitar y eventualmente obtener su condición de refugiado”.
“Pepín” está acusado de integrar una asociación ilícita que se habría dedicado, entre otras cosas, a presionar a los accionistas del Grupo Indalo, Fabián De Sousa y Cristóbal López, quienes así lo denunciaron ante la justicia.
En ese expediente también están imputados el expresidente Mauricio Macri, el exjefe de asesores presidenciales José María Torello y el extitular de la AFIP, Alberto Abad, citado a indagatoria para el próximo 9 de junio.
El diputado del Parlasur y exdirector de YPF durante el gobierno de Macri, Rodríguez Simón, tiene asignada como fecha para su indagatoria, después de reprogramaciones, el 17 de junio, pero ya anunció que no se presentará.
A principios de año, cuando lo llamaron a indagatoria y le prohibieron la salida del país, “Pepín” avisó a la justicia, a través de su abogado, que estaba fuera del país y que volvería para cumplir con ese acto de defensa: presentó incluso una copia del pasaje de Buquebus emitido a su nombre que había sacado para el 15 de mayo.
Ante la posibilidad de que Rodríguez Simón sea aprehendido en Uruguay, el juez Malvar exhortó “a las autoridades uruguayas – y en especial, al Ministerio del Interior e Interpol – a que, en caso de ser detenido en cumplimiento de los mandatos legales, se vele con especial cuidado por la vida, integridad física, intimidad y honor del actor, conforme las normas que acaban de citarse”.
En la audiencia de ayer, cuando intentó conseguir una suerte de inmunidad de arresto, “Pepín” manifestó que en los últimos días fue fotografiado por personas desconocidas, vio autos en actitud de aparente vigilancia, pero “no formuló petición alguna sobre el punto”, indicaron fuentes judiciales.
No fue esa la única referencia indirecta o directa a la supuesta actividad de servicios de inteligencia en derredor de su persona: en los últimos días el parladiputado acusado de ser el principal operador de Macri en la justicia le dio una entrevista al periodista y empresario de medios Jorge Fontevechia en la que aseguró que el juzgado que lo investiga en Argentina tenía vínculos con los espías.
En un adelanto de esa entrevista que emitió el canal NET, “Pepín” sostuvo que el juzgado de Servini “esta manejado por empleados que tienen relaciones muy notorias con operadores de los servicios de inteligencia”.
“¿Estará hablando Pepín de un mundo que conoce?”, se preguntó en diálogo con Télam una fuente que supo tratar a Rodríguez Simón cuando tenía acceso irrestricto a la Casa Rosada y en el entorno de Macri lo señalaban como el cerebro jurídico del gobierno de Cambiemos.
Si bien las respuesta completa solo la podrá brindar el protagonista de esta historia, Télam pudo corroborar con fuentes seguras que, durante el gobierno macrista, Rodríguez Simón ingresó al menos tres veces a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) a reunirse, supuestamente, con su entonces titular, Gustavo Arribas.
Las visitas de “Pepín” a la AFI se produjeron el 28 de julio de 2016 a las 12:10; el 9 de abril de 2017 a las 14:28 y el 26 de octubre de 2018 a las 15:30.
¿Qué hablaron? Imposible saberlo, pero de una de las causas en las que se investigan maniobras de espionaje ilegal durante el gobierno de Macri surge que, al día siguiente de la última reunión, el 27 de octubre de 2018, los espías conocidos identificados como los Súper Mario Bross recibieron la orden de reconstruir (y hasta conseguir imágenes) de una discusión que se había suscitado en un bar al que habían llegado un juez y un funcionario.
Uno de los protagonistas de esa trifulca verbal era, según surge del expediente, Rodríguez Simón.