24 noviembre, 2024
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Bolsonaro y el gobernador de San Pablo enfrentados por la vacunación contra el COVID-19

El gobernador del estado San Pablo, Joao Doria, expresó hoy su “indignación” por el anuncio del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de aplazar hasta marzo el comienzo de la vacunación masiva contra el coronavirus, y aseguró que en su distrito la inmunización se iniciará en enero porque no quiere “enterrar más brasileños”.


Doria, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y considerado presidenciable para las elecciones de 2022, manifestó su “indignación ante el anuncio realizado ayer por el gobierno federal de que iniciaría la inmunización solo en marzo”.

“Quiero reafirmar que en San Pablo vamos a iniciar la inmunización en enero, obedeciendo los principios de protección de la vida; no vamos a aguardar a marzo ni a enterrar más brasileños”, agregó el gobernador, según la agencia de noticias ANSA.

Bolsonaro cuestionó anoche la posibilidad de iniciar la vacunación masiva antes de que los laboratorios terminen los ensayos.

El mes pasado, el jefe del Estado rechazó la inoculación obligatoria y dijo que quienes la defienden, como Doria, son “dictadores”.

El gobernador respondió calificando a Bolsonaro de “negacionista” y acusándolo de obstruir la vacunación masiva.

Doria firmó un acuerdo con el laboratorio chino Sinovac para producir la vacuna Coronavac y hoy recibió insumos para fabricar un millón de dosis.

Mientras tanto, el gobierno federal justificó en la recuperación de la economía, que creció 7,7% interanual en el tercer trimestre de este año, su decisión de eliminar la ayuda en dinero dispuesta ante la pandemia de coronavirus.

“La fuerte recuperación de la actividad, del empleo formal y del crédito en este semestre pavimentan el camino para que la economía brasileña continúe avanzando en el primer semestre de 2021 sin la necesidad de auxilios de emergencia”, dijo el Ministerio de Economía en un comunicado.

Desde mayo pasado, más de 65 millones de brasileños desempleados o con trabajos informales comenzaron a recibir ayudas mensuales de 600 reales (unos 115 dólares), aunque recientemente el gobierno las redujo a la mitad.

Analistas sostienen que esas ayudas permitieron impulsar la reactivación de la economía aunque al mismo tiempo incrementaron el déficit fiscal.

El gobierno, que analizaba la posibilidad de crear un programa social que sustituyera esas ayudas en 2021, parece ahora dispuesto a suprimirlas sin reemplazarlas, según la agencia Europa Press.

De hecho, Bolsonaro advirtió el martes que las ayudas por el coronavirus no podrán extenderse de manera “indefinida” y criticó a los que “pretenden” eso.

Paralelamente, el ministro de Economía, Paulo Guedes, y el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, pidieron en varias oportunidades al gobierno que retome la austeridad fiscal con el objeto de garantizar la confianza de los inversores.

Brasil es el tercer país con más casos confirmados de coronavirus desde el comienzo de la pandemia y el segundo con más muertes por la enfermedad, según la base de datos en línea de la universidad estadounidense Johns Hopkins.

Acumulaba 6.487.084 contagios (50.434 en las últimas 24 horas) y 175.270 fallecimientos (755 nuevos), informó esta noche el Ministerio de Salud.