Macron pide que la vacuna sea declarada «bien de la humanidad»
El presidente francés quiere que los Estados se comprometan a un acceso equitativo
Ante la crisis planetaria en curso, Emmanuel Macron propone dos caminos paralelos para Francia y el nuevo desorden internacional: confinamiento, severidad y restricciones para intentar frenar el covid-19 en la escena nacional; y declarar las futuras vacunas como un bien para la humanidad para evitar catástrofes posteriores, más graves, en la escena mundial.
En paralelo y como complemento del Foro de París para la Paz, celebrado este año a través de una videoconferencia multilateral, Emmanuel Macron celebró en el Elíseo, la tarde del jueves, una cumbre a varias bandas, presencial y virtual, con Angela Merkel, canciller de Alemania, António Guterres, secretario general de la ONU, Cristalina Georgiana, directora general del FMI, y Charles Michel, presidente del Consejo europeo, con un objetivo estratégico: esbozar la matriz del nuevo orden mundial posterior a la pandemia del Covid-19.
Recogiendo y haciendo suya una convicción profunda de muchos participantes en el Foro de París, apoyado por los participantes en la cumbre oficiosa del Elíseo, la tarde del jueves, el nuevo orden internacional anhelado debe fundarse, a juicio de Macron, en estos principios básicos:
-«Declarar las futuras vacunas contra el coronavirus como un bien de la humanidad, asegurando un acceso justo y equitativo a todos los Estados de la humanidad».
-«Las relaciones entre Europa y África deben reforzarse, en el marco del nuevo multilateralismo, que no solo deberá consagrarse a cuestiones económicas: deberá abordar con urgencia el desafío climático y la sanidad».
A juicio del presidente francés, la gestión política, económica, sanitaria, social e internacional de las futuras vacunas contra el covid debe ser la piedra fundacional de un nuevo orden por estas razones: «No ganaremos nada si abandonamos a una parte de la humanidad. Si los hombres, mujeres y Estados menos favorecidos no tuviesen un acceso equitativo a las futuras vacunas estaríamos agravando inmensos problemas, inmensas injusticias. El nuevo multilateralismo debe pasar por nuevas responsabilidades internacionales en materia de sanidad, al mismo tiempo que trabajamos en el desafío climático y el futuro de los intercambios comerciales».
Disciplina nacional
Sentados esos principios y proposiciones internacionales, en la cumbre oficiosa del Elíseo, Emmanuel Macron dejó a su primer ministro y jefe de Gobierno, Jean Castex, la grave responsabilidad de esbozar los grandes principios y confirmación del confinamiento sanitario nacional, que deberá prolongarse durante las próximas dos semanas, «como mínimo».
En un tono grave y severo, dirigiéndose a la nación a través de todas las cadenas de radio y televisión, Castex comenzó haciendo un resumen muy duro de la situación y las perspectivas sanitarias y económicas inmediatas.
Un francés es hospitalizado cada 30 segundos. Cada tres minutos se admite a un nuevo enfermo en los servicios hospitalarios de reanimación. La actividad económica de Francia podrá volver a caer un 12% este mes de noviembre. Tras evocar con emoción la suerte de las familias de los 45.000 muertos franceses, Castex teme que la crisis sanitaria siga agravándose hasta primeros de diciembre.
Ante esa realidad, dramática, Castex agregó: «Sería irresponsable relajar nuestra disciplina nacional, el confinamiento… Hemos comenzado a observar algunos datos positivos, a confirmar: comienza a retroceder el número de contaminaciones. Si esa tendencia se corroborase, podríamos modificar y aliviar ligeramente el confinamiento. Pero, no nos hagamos ilusiones. Las próximas Navidades no podrán celebrarse con la alegría y las reuniones familiares tradicionales. Debemos seguir siendo vigilantes. Si la evolución positiva se constata, podríamos levantar algunas medidas que afectan al cierre de muchos comercios, a primeros de diciembre».
Según Castex, la policía ha realizado en Francia (67 millones de habitantes) 580.000 controles policiales desde el pasado 30 de octubre, imponiendo 88.455 multas (de 135 a 1.000 euros) por incumplimiento de las normas de seguridad en vigor con el segundo confinamiento.
El Gobierno francés espera que el el techo de la segunda ola de propagación del covid-19 se alcance la semana próxima.
Fuente: ABC